“Querida
Virgen…
Monja-mon-jamón-ja
Gracias por ayudar a mi papá. Pero tienes que hacerlo más
deprisa. Por favor. Él tiene ya 38 años y no puede seguir en el sillón, quiero
que le dé tiempo a moverse, a trabajar, a llevarnos en la moto, a jugar con los
nenes…
Mon-jamón-ja-monjaCaspar David Friedrich - Niña en el campo |
Es
ese señor tan guapo que va todos los días a la parroquia a verte. Le cuesta
mucho porque lleva bastón, casi no le da tiempo a cruzar la calle antes de que
cambie el semáforo. A veces los coches tienen que esperar, no creas. Eso tiene
mucho mérito, deberías ayudarle. Nosotras, mamá y yo, nos ponemos, una a
cada lado, para que se apoye porque tiene paralizada la pierna derecha y el
brazo también.
Jamón-ja-monja-mon-jamón.
La
iglesia se ve desde la esquina de mi calle, y también el parque que hay al
lado. Yo juego allí. Tardamos veinte minutos en llegar desde la esquina hasta
la iglesia, y al parque lo mismo.
Monja-jamón.
Papá
estaba de empleado en una notaría, pero ahora no puede hacer nada. Vienen a
verle los amigos. Como no trabaja no cobra. Sonríe siempre y es porque sabe que
se curará alguna vez. Pero, Virgen, tiene que ser pronto. No sabes la pena que
da ver cómo deja la mano en la mesa a la hora de comer y cómo se escurre luego,
lentamente, hasta caer sobre su pierna con un golpe seco. Yo bajo la cabeza
para que no vea cómo se me saltan las lágrimas.
Jamón-monja.
Esta
carta es un secreto, se llama confidencial. Tú la leerás cuando la quemen en el
patio. No la puede leer nadie más. Me han dicho las madres que harán una
hoguera grande-grande, de la que saldrá un humo blanco, y que todas las
palabras van a ir al cielo para que tú puedas verlas. No sé de qué forma
subirán si se quema la tinta, ni cuál es el truco para que no te hagas un lío y
pongas todas las palabras en orden sabiendo, además, quién ha escrito qué.
Jamón-monja-jamón-monja-ja-mon-ja-mon-ja
Querida
Virgen, me despido ya. Esto se llama una ofrenda que te hacemos por ser tu mes,
el mes de mayo, pero mucha más ofrenda, o regalo, es el que tú vas a hacerme a
mí si escuchas lo que te pido. Papá se va a curar, estoy segura.
Jamón
12
de mayo de 1968, domingo
-Queridas
niñas, gracias por la hermosa función que acabáis de representar, en especial
la danza de las flores y el recital de poesías marianas. A continuación,
procedemos a leer esta carta que se ha salvado de la quema porque a la Virgen
le ha llegado al corazón y, con ella, a la comunidad entera. La ha escrito una
de vosotras. Espero que a las demás os conmueva igualmente.
“Querida
Virgen. Gracias por ayudar a mi papá…”
Ja-ja-ja
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Explícate: