Me quedé
pensando cuando salía del cine. A ratos en voz alta, para contener un poco el
aluvión de entusiasmo que se elevaba aquí y allá.
De acuerdo,
no lo he pasado mal viendo esto. ¿Y qué? Su factura es impecable pero yo al
arte le pido otra cosa, algo más personal, fruto del genio que echa a volar de
repente. Porque, seamos serios, para ver algo así, ni siquiera haría falta salir
de casa: no aporta ninguna novedad formal ni estructural, ni relata nada que no
hayamos presenciado ya miles de veces. Me refiero a los mínimamente cinéfilos,
claro.
(…)
Como digo,
un producto comercial bien ejecutado. Pero no puede ser más previsible, roza la
sensiblería, acaba bien sin ninguna justificación, forzando todos los esquemas
previos. Su argumento es bastante plano, los protagonistas acaparan la acción
hasta tal punto que todo lo demás ocupa un nivel anecdótico.
(…)
No me digáis
que eso también sucedía en Whiplash porque no voy a consentir que se comparen dos ejecuciones fílmicas tan indiscutiblemente
opuestas. Aquella era una obra maestra, el enfrentamiento de David y Goliat,
todo lo demás resultaba accesorio. En El
coro se abordan otros asuntos, se implica a otros personajes, sí, pero con
tan poco fundamento que la verosimilitud sale muy maltrecha. A mí me recuerda
más a Los chicos del coro, mucho
mejor construida pero también con excesivas reminiscencias. Cuando se pretende
explotar un filón, mal asunto para el arte.
(…)
Por supuesto.
El maniqueísmo es tan evidente que resulta intolerable. En la vida hay zonas en
penumbra, diversas tonalidades del gris. Casi nunca encontramos lo ético teñido
de blanco o negro, sin mezcla.
(…)
Y no
olvidéis a los personajes. Ya desde el primer momento, no nos cabe duda de que
le guión favorecerá al divo, que en este caso es Hoffman. De ahí que el
argumentario del resto de personajes esté condenado al fracaso. El espectador
lo sabe, por tanto, se le niega cualquier clase de tensión argumental. Y esos
compañeros sin personalidad destacable, que ejercen casi en bloque un tímido papel
de malvados solo para forzar al espectador a ponerse de parte de Stet.
(…)
El actor
que lo representa no lo hace mal del todo, es verdad. Pero, ¿por qué elegir a
un chico tan guapo? No haría ninguna falta. Y, sobre todo, ¿por qué tiene razón
el que mejor canta? O ¿por qué canta mejor que nadie el que tiene la razón? Ya
digo, puro producto de masas disfrazado de cine de autor.
(…)
¿Habláis
del antagonista? ¡Pobrecillo! Le caracterizan como un ser antipático y sin
gracia, condenado a ser el malo de la peli solo por cantar casi tan bien como
Stet. Que, por cierto, se vuelve bueno de forma milagrosa, otra vez por
exigencias del guión.
(…)
Claro que
salvaría algo. Sin ninguna duda, a Dustin Hoffman. Es más, su interpretación –inconmensurable–
dignifica la película entera si eso fuese posible. Pero es que gran parte de su
carrera consiste precisamente en eso, sus interpretaciones son tan
maravillosamente convincentes, su figura brilla con tal fuerza, que producto
donde él aparece, producto que se eleva casi por arte de magia. De la magia de
una soberbia actuación.
Año: 2014
Nacionalidad: EE.UU.
Director: Francois Girardi
Reparto: Garrett Wareing, Dustin Hoffman , Kathy Bates, Eddie Izzard, Kevin McHale, Josh Lucas, Debra Winger, River Alexander, Erica Piccinnini, Grant Venable, Mackenzie Wareing, Jordan Fargo
Guion: Ben Ripley
Música: Brian Byrne
Fotografía: David Franco
Género: Drama
Idioma: Inglés
Duración: 106 minutos
Vaya, pues me lo temía.
ResponderEliminarA mí me gustó bastante, salvo algunas ingenuidades, la película sueca "Tierra de ángeles" de un director de aorquesta famoso que se retira del circuito internacional después de sufrir un infarto y regresa al pueblo de su infancia, un lugar perdido y peculiar... Donde sin proponérselo y casi contra su manera de ser organiza un coro... y hasta aquí te cuento, por si no la has visto.
Muchos besos,
No la he visto. En principio no me seduce ver otra de coros, pero si se pone en mi camino lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarCuando vi la película salí de una manera bastante parecida a como lo has descrito, dándole vueltas a la cabeza y sabiendo que tenía algo que escribir, pero sin saber muy bien qué.
ResponderEliminarY encontré el hilo conductor, que pasa también (aunque de refilón) por "Los niños del coro" y termina en "Whiplash".
Se convirtió en un Pentateuco Educativo, del que ya he desarrollado el Big Bang (teaser), el Génesis (episodio piloto) y el Éxodo (prólogo).
En Levítico analizo "El coro".
En Números, "Whiplash".
En Deuteronomio establezco nexos para presentar mis propias conclusiones y recopuerar el elemento esencial que la falta a la educación contemporánea, vigente desde hace muchos años, olvidado y deplorado por todos, menos por mí, creo...
Debo retomar el asunto, porque ya nadie recordará (ni yo mismo) de qué y cómo se había estructurado todo.
Gracias Molina. Un saludo. Me has ayudado a dar un nuevo empuje. Estoy en deuda.
No hay de qué. La educación preocupa a muchísima gente, lo que no sé es si coincidirán (coincidiremos) contigo en el diagnóstico.
ResponderEliminarDe cualquier forma, tiene que ser interesantísimo lo que has hecho, la biblia puede ser un buen marco de trabajo, espero que me resulte fácil encontrarlo en tu blog.
La entrada más reciente del Pentateuco. En ella se enlaza a las anteriores.
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Un placer volver a recibirla, sea usted bienvenida.
Gracias.
Denso e interesante. Unas veces me cuesta formarme mi propia opinión porque enfocas las cuestiones de una forma diferente a lo que estoy acostumbrada, otras creo que dices grandes verdades.
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