Páginas

viernes, 5 de diciembre de 2014

Los nuevos místicos


Nació y se fue desarrollando a lo largo de los años 60, experimentó un gran auge en los 90 y se continúa alimentando amorosamente y adaptando sin cesar a las nuevas circunstancias, como se hacía con la gallina de los huevos de oro de la fábula. Tampoco hay que subestimar este oro que ha llegado a alcanzar tantísimos quilates y que se materializa en forma de libros, soportes multimedia, conferencias, donaciones, intervenciones televisivas, productos parafarmaceúticos o esotéricos, dividendos de sanadores y videntes de todo pelaje y de toda clase de profesionales reales o supuestos de la medicina alternativa más o menos profesional. Se prescinde, además, de anacrónicos fervores adoptando una estética mucho más en consonancia con los tiempos. Las estructuras de este moderno control mental aparecen más fragmentadas y diversificadas que las que resultaron de aplicar los dogmas tradicionales, dificultando así la identificación y seguimiento de limitaciones, patriarcas y propósitos.


Esta mística, de perfil bajo y alta rentabilidad, en cuyo curioso esoterismo se engloban conceptos de toda clase, desde el vegetarianismo hasta los postulados feministas se ha adueñado de la voluntad de potentados, posmodernos e ídolos de la farándula, eventualidad esta que multiplica exponencialmente el número de acólitos de a pie. Y hago aquí hincapié en el feminismo porque me abochorna ese enfoque de mermelada que nos convierte en los seres frágiles y despreocupados de nuestro entorno que las religiones tradicionales concibieron para nosotras desde hace milenios. En ellas recae el dudoso honor de convertirnos en plastilina derretida. Porque, ni siquiera en esto, la New Age y adláteres han descubierto la pólvora.

2 comentarios:

  1. Veo que estás últimamente dedicando artículos al campo de las creencias y la espiritualidad, Molina. Te aplaudo, porque falta hace. No veo demasiada diferencia entre el cura de 1947 que ponía en la lista negra al que no iba a misa y la férula que imponen las nebulosas ofertas espirituales de hoy, igualmente rígidas, solo que, como no disponen del poder omnímodo de la iglesia de antaño, cosa que les encantaría, las pobres se ven obligadas a somenter a sus fieles con métodos más sutiles, más aceptables para otra de las grandes tiranías de hoy: la corrección política. Unas líneas más arriba he utilizado con toda la intención la palabra "ofertas", ya que detrás de todos estos movimientos New Age, desde las filosofías orientales hasta el vegetarianismo, lo que hay es puro negocio. Pero, eso sí, no lo digas muy alto, porque te arriesgas a que te salgan con aquello de "respete mis creencias". Muy poco de fiar es una propuesta que se ofende ante la crítica razonable y la llama falta de respeto.

    ResponderEliminar
  2. Lo de la comedura de coco por parte de un sector feminista (por llamarse de alguna forma) seguro que no te suena, a mí tampoco mucho pero hace años que me están llegando ecos de casualidad y es una cosa espantosa con la que me siento mil veces menos identificada que con la señora de la bayeta. (¡Horror! jamás pensé que diría esto)

    Las últimas frases no sé si las dices porque has leído la entrada "¿Respeto para los no creyentes?" Porque viene a decir eso.

    Siempre he pensado lo mismo, pero desde que sigo el blog Diario de un ateo lo tengo más presente aún.

    Pero si algo me indigna especialmente es que, EN TEORÍA, somos un estado laico. ¡Hay que jorobarse!

    ResponderEliminar

Explícate: