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lunes, 12 de mayo de 2014

Violación de correspondencia

 
9 de mayo de 1968, jueves

“Querida Virgen…
Monja-mon-jamón-ja

Gracias por ayudar a mi papá. Pero tienes que hacerlo más deprisa. Por favor. Él tiene ya 38 años y no puede seguir en el sillón, quiero que le dé tiempo a moverse, a trabajar, a llevarnos en la moto, a jugar con los nenes…
Mon-jamón-ja-monja
Caspar David Friedrich - Niña en el campo 
Es ese señor tan guapo que va todos los días a la parroquia a verte. Le cuesta mucho porque lleva bastón, casi no le da tiempo a cruzar la calle antes de que cambie el semáforo. A veces los coches tienen que esperar, no creas. Eso tiene mucho mérito, deberías ayudarle. Nosotras, mamá y yo, nos ponemos, una a cada lado, para que se apoye porque tiene paralizada la pierna derecha y el brazo también.
 
Jamón-ja-monja-mon-jamón.
 
La iglesia se ve desde la esquina de mi calle, y también el parque que hay al lado. Yo juego allí. Tardamos veinte minutos en llegar desde la esquina hasta la iglesia, y al parque lo mismo.
 
Monja-jamón.
 
Papá estaba de empleado en una notaría, pero ahora no puede hacer nada. Vienen a verle los amigos. Como no trabaja no cobra. Sonríe siempre y es porque sabe que se curará alguna vez. Pero, Virgen, tiene que ser pronto. No sabes la pena que da ver cómo deja la mano en la mesa a la hora de comer y cómo se escurre luego, lentamente, hasta caer sobre su pierna con un golpe seco. Yo bajo la cabeza para que no vea cómo se me saltan las lágrimas.
 
Jamón-monja.
 
Esta carta es un secreto, se llama confidencial. Tú la leerás cuando la quemen en el patio. No la puede leer nadie más. Me han dicho las madres que harán una hoguera grande-grande, de la que saldrá un humo blanco, y que todas las palabras van a ir al cielo para que tú puedas verlas. No sé de qué forma subirán si se quema la tinta, ni cuál es el truco para que no te hagas un lío y pongas todas las palabras en orden sabiendo, además, quién ha escrito qué.
Jamón-monja-jamón-monja-ja-mon-ja-mon-ja
Caspar David Friedrich - Cementerio de Cloister bajo la nieve
Querida Virgen, me despido ya. Esto se llama una ofrenda que te hacemos por ser tu mes, el mes de mayo, pero mucha más ofrenda, o regalo, es el que tú vas a hacerme a mí si escuchas lo que te pido. Papá se va a curar, estoy segura.
 
Jamón
 
12 de mayo de 1968, domingo
 
-Queridas niñas, gracias por la hermosa función que acabáis de representar, en especial la danza de las flores y el recital de poesías marianas. A continuación, procedemos a leer esta carta que se ha salvado de la quema porque a la Virgen le ha llegado al corazón y, con ella, a la comunidad entera. La ha escrito una de vosotras. Espero que a las demás os conmueva igualmente.
 
“Querida Virgen. Gracias por ayudar a mi papá…”
 
Ja-ja-ja

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